24 de noviembre de 2016

Episodios y fases del Trastorno Bipolar

HIPOMANIA


La hipomanía se describe como una manía suave. Durante este episodio nunca se presentan síntomas psicóticos; lo que hemos descrito acerca de la manía responde en gran parte a las características de la hipomanía pero siempre en un grado menor de intensidad por lo cual no significa una gran o notoria alteración del comportamiento que pueda llevar a un ingreso hospitalario.  Sin embargo, surge la siguiente pregunta: ¿Dónde situamos los límites entre la fase hipomaníaca y la alegría?  Por muy difícil que parezca existen algunas características diferenciales obvias: la alegría suele tener justificación clara, dura poco tiempo y tiende a decrecer  con el paso de los días. Todo lo contrario con lo que ocurre con la fase hipomaníaca, la cual puede aparecer sin desencadenante alguno, su duración puede alcanzar  varias semanas y suele agravarse con el paso del tiempo. Cabe agregar que  hay síntomas de la fase hipomaníaca  que no son propios de la alegría: aceleración del habla, insomnio, irritabilidad, etc. La fase hipomaníaca puede ser un estado que resulte extraordinariamente agradable. Si es moderada en intensidad puede hacer que la persona incremente su actividad o tener mayor creatividad o incluso capacidad de liderazgo. El problema surge cuando caemos en la realidad en donde la fase hipomaníaca se presenta como muy inestable, donde empeora con el tiempo, pudiendo evolucionar hasta una fase maníaca, un episodio mixto o virar hacia una fase depresiva súbitamente.


La persona en fase hipomaníaca experimenta las siguientes características:
1. Aumenta la autoestima
2. Aumenta la emotividad

3. Aumenta el interés en el sexo
4. Aumenta la sociabilidad
5. Aumenta la locuacidad
6. Cambios bruscos de humor
7. Dormir menos de lo habitual

8. Exagera las propias capacidades

9. Falta de autocrítica
10. Gasta más de lo habitual
11. Habla en voz alta sin tolerar interrupciones
12. Optimismo exagerado
13. Se embarca en demasiadas cosas al tiempo

DEPRESIÓN

Ahora abordaremos otra de las dimensiones de la Bipolaridad. La “fase”  depresiva del TB (trastorno bipolar) es similar a los demás tipos de depresiones, especialmente aquellos tipos de depresiones en los que no existe una causa clara que la desencadene. La persona se encuentra apática, desmotivada, cansada y sin ilusión por nada.  Todo tipo de acto sencillo o rutinario le cuesta un gran esfuerzo y la situación parece no tener salida. Se altera tanto el sueño como el apetito, abarcando incluso cambios en la conducta sexual en donde se pierde absolutamente todo interés. Es cuando nada parece tener sentido, ni siquiera las normas higiénicas más elementales (como el cuidado personal) . Algunas personas pueden notar  en sí mismos mucha ansiedad o ideas repetitivas de todo tipo (sobretodo negativo), con deseos de morir incluso. En los casos de mayor gravedad, al igual que en la fase maníaca, aunque con menor frecuencia, pueden darse ideas delirantes de contenido depresivo, de ruina o de culpa.

Para la persona que se encuentra en esta “fase” uno de los mayores problemas es que la persona no es consciente de que su estado es transitorio y que con un tratamiento apropiado todo lo que se ve oscuro en ese momento, recuperará su color y su razón de ser. Para la persona deprimida, nada ni nadie puede cambiar el infierno en el que se ha convertido su vida, y en algunos casos fatales, el suicidio se ve como la única solución posible, sin comprender que con un tratamiento oportuno se puede recuperar  la ilusión de vivir en poco tiempo.


La persona en fase depresiva experimenta las siguientes características:

1. Ansiedad
2. Apatía
3. Falta de ilusión
4. Sensación de tristeza o de vacío
5. Baja autoestima
6. Dificultad para realizar tareas habituales

7. Enlentecimiento (orgánico)
8. Falta de concentración
9. Deseo de morir
10. Molestias físicas
11. Insomnio o exceso de peso
12. Pérdida o exceso de los apetitos
13. Inhibición social
14. Ideas de culpa o ruina

FASE MIXTA

Las “fases mixtas” son consideradas como una mezcla entre la fase maníaca y la fase depresiva. Este tipo de fase resulta muy difícil de diagnosticar y significa un gran sufrimiento para el paciente y para aquellos que lo rodean. Es bastante común  que en esta fase aparezca : aceleramiento del pensamiento, hiperactividad, ideas negativas, pensamientos depresivos. Se destacan como “protagonistas” la ansiedad y la irritabilidad, básicamente. Algunos pacientes Bipolares presentan “fases mixtas” de manera aislada, pero lo más frecuente es que las fases mixtas sean una continuación de una fase maníaca o bien una transición entre una fase maníaca y una frase depresiva. Esto ocurre sobretodo en aquellos pacientes que denominamos “cicladores rápidos”, que se caracterizan por cambiar a menudo (varias veces en un año, en un mes, incluso, en una semana) y de forma brusca de fase maníaca a fase depresiva o a la inversa, de fase depresiva a fase maníaca.  

La persona en fase mixta experimenta las siguientes características:

1. Aceleración del pensamiento
2. Cambios rápidos de humor
3. Comportamiento descontrolado
4. Mal humor
5. Falta de ilusión

6. Hostilidad
7. Ideas negativas
8. Inquietud
9. Insomnio ó Pérdida del Sueño
10. Labilidad emocional
11. alucinaciones (en los casos graves)
12. Ideas delirantes

FASE DE REMISIÓN

Por fortuna la persona que sufre de un trastorno Bipolar no pasa toda la vida de una “fase”  otra. Existen “períodos” en que , tras la recuperación de una crisis- de cualquier tipo- el estado de ánimo se va normalizando y los síntomas del TB, desaparecen casi por completo .  Son las llamadas “fases de remisión” o también fases de eutimia ( eutimia: estado de ánimo correcto). Durante esta “fase de eutimia” es precisamente cuando menos nos hemos de confiar, pretendiendo que todo ha pasado y o hay ningún problema.  Al contrario, hay que estar atento, sin obsesionarse, para prevenir cualquier síntoma que anuncia una nueva crisis. Para es imprescindible seguir las recomendaciones del médico y considerar la medicina preventiva. Dicha medicación está destinada a alargar el máximo tiempo
posible la “fase de remisión” e impedir, o cuanto menos suavizar, la aparición de un nuevo episodio del Trastorno BIPOLAR TB.

Estar en “fase de remisión” no significa estar curado, pero es lo más próximo al concepto de curación. Sin embargo, el Trastorno BIPOLAR TB está dormido y debemos procurar que no
“despierte”.

Por: Constanza Cabrera

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