¿Qué es la memoria?
Existen diversas definiciones de la memoria, algunas
más complejas que otras, sin embargo, a fin de comprender a nivel general de
qué estamos hablando, diremos que la memoria
es la capacidad (o función) mental que nos permite guardar y retener las
experiencias del pasado, una información o un conjunto de datos. De esta manera
se puede hacer uso de la información que se ha ido almacenando en nuestra mente
para desenvolvernos diariamente.
Hasta hoy en día, no se tiene claramente definido cómo
funciona la memoria y cuáles son con exactitud sus procesos en nuestra mente,
lo que sí se tienen son diversas teorías de cómo opera, algunas de las cuáles
se presentan a continuación:
Modelo
de niveles de procesamiento de Craik y Lockhart (1972)
Estos autores consideraban que el
acto de memorizar algo es más bien un proceso activo que pasivo. Identificaban
un solo tipo de memoria y sostenían que la capacidad para recordar depende de
la profundidad con que procesamos.
La información captada es procesada a
lo largo de in continuo de menor a mayor profundidad, que va desde un nivel
profundo superficial hasta otro de gran profundidad. Cuanto más profundo es el
procesamiento, más tiempo permanece el recuerdo. De esta forma, sostienen que
la forma de procesar sería de distintos niveles, pues hay procesamientos
superficiales, intermedios y profundos y que éste dependería de la naturaleza
del estímulo, es decir, de cómo sea la información que debamos recordar y del
tiempo que tengamos para procesarla.
Por ejemplo, hay información a la que
le ponemos poca atención y ésta se procesaría superficialmente, como cuando
alguien nos habla y no le ponemos atención a lo que está diciendo… posiblemente
luego solo recordaremos que esa persona nos decía algo, y se vendrá a nuestra
mente la imagen de ella comunicándonos ese mensaje y posiblemente el sonido
–como murmullo– de las palabras que pronunciaba, sin embargo, no lograremos
recordar sobre qué nos hablaba.
Por otro lado, si le ponemos atención
a determinado tema y lo hacemos de forma intencionada, podremos procesar más
profundamente esa información y, por lo tanto, retenerla mejor.
Es así como el tipo de procesamiento
dependerá de cómo sea la información para nosotros, es decir, si es importante,
interesante, útil, aburrida, irrelevante, etc.
Este modelo ha sido criticado ya que
no logra definir completamente bien qué era un procesamiento profundo y cómo la
información a la que uno no está atento intencionalmente logra retenerse en la
memoria.
El
modelo de Atkinson y Shiffrin (1968)
Por otro lado, estos psicólogos
planteaban que la memoria vendría a dividirse en tres tipos de estructuras
independientes: la memoria sensorial (MS), la memoria a corto plazo (MCP) y la
memoria a largo plazo (MLP).
Los autores teorizan que el proceso
de memoria tiene cuatro funciones básicas: percibir, lo cual puede ser algo
deliberado (voluntario), como: ver, oír o involuntario.
MS: La puerta de entrada. Acá es la primera estructura
donde llega la información que obtenemos a partir de las percepciones de los
sentidos, y ésta se mantiene unos segundos (no más de tres), por si acaso se
procesa. Si prestamos una mínima atención a esa información que percibimos,
ésta es inmediatamente traspasada a la memoria a corto plazo, pero si no la
atendemos, ésta información simplemente se pierde.
MCP: Esta estructura correspondería al almacén que
conserva memoria que necesitamos ocupar o recordar en corto periodo de tiempo.
Es una estructura un poco frágil, acá cabe poco material, el cual se mantiene
entre 20 ó 30 segundos. Como ejemplo podríamos pensar en que estamos teniendo
una conversación con alguien que nos da un número de teléfono, pero no tenemos
nada a la mano inmediatamente para anotarlo, por lo que, mientras buscamos ese
lápiz y hoja, retenemos unos segundos esa información para posteriormente
escribirla. Luego de lograrlo, simplemente la olvidamos.
Ahora bien, si esta información la elaboramos, siendo
capaces así de repetirla reiteradamente, buscarle significado, asociándola a
otros datos que ya tenemos, podremos mantenerla por más tiempo, y conseguiremos
así traspasarla al almacén de la memoria a largo plazo.
MLP: Esta es la estructura que finalmente conocemos
como memoria. Acá guardamos absolutamente todo lo que sabemos, tiene una
capacidad ilimitada, así como también lo es su duración.
Este modelo también ha sido bastante
criticado ya que se le acusaba de ser demasiado simple y de no haber logrado
esclarecer como hay cierta información –como esa cancioncita que todo el mundo canta y que, a
pesar de no haber hecho esfuerzo por aprendérnosla, no podemos quitárnosla de
la cabeza o ese libro que nos hemos estudiado muchas veces para dar un examen- que
no obedece la regla de la atención y repetición y que de igual, mejor o peor
manera intentamos memorizar con la intención de ocuparla después.
Escrito por: Natalia Castillo A.
0 comentarios:
Publicar un comentario