· Tendrá dificultades para realizar un buen trabajo en la escuela
· Tendrá dificultades para mantener amigos.
· Será más vulnerables a desarrollar una depresión
· Hay altos índices de intento de suicidio.
· Normalmente, no son un peligro para los demás. Al contrario que la creencia popular, la mayoría de la gente con esquizofrenia no pone en riesgo la vida de los demás.
· Hay poca comprensión e información de esta enfermedad lo que puede llevar a estas personas y sus familias a sufrir el doloroso efecto del estigma social.
· Es muy probable que sufra una severa pérdida de confianza en sí mismo, como además sentir que ha perdido el control de su vida.
· Seguramente, se formará una visión innecesariamente pesimista del futuro.
Riesgo
genético para la esquizofrenia.
Se distribuye como muestra el gráfico a continuación:
Lo anterior se puede traducir de la
siguiente forma, el porcentaje de tener esquizofrenia cuando un pariente de
primer grado también lo tiene es del 50%, si lo posee algún familiar de segundo
grado, la posibilidad es del 25% y si lo tiene alguien en tercer grado de
parentesco, la probabilidad es del 12,5%.
Historia
natural por años
El inicio de la esquizofrenia se puede
producir durante la adolescencia –e incluso en la infancia- o al entrar en la
edad adulta. Dicho inicio puede producirse de forma aguda (rápida) o bien de
forma insidiosa y por lo tanto, lenta. La mayoría de quien sufren esquizofrenia
alternan en su curso clínico episodios
psicóticos agudos (donde se produce un deterioro de la capacidad de pensar, de
responder emocionalmente, de recordar, de comunicar y de interpretar la
realidad) con fases estables de remisión total o parcial. Son frecuentes los
síntomas residuales entre los episodios (síntomas que persisten a pesar de una
buena respuesta al tratamiento). Este trastorno, que a menudo es de tipo
crónico, puede caracterizarse mediante tres fases que se fusionan unas con otras
sin que existan unos límites claros y absolutos entre ellas. Las que se
presentan a continuación:
Resumiendo, las fases son:
· Fase prodrómica: Designada también como
fase inicial, es donde se presentan los síntomas iniciales que preceden al
desarrollo de una enfermedad. Esto ocurre antes de que un paciente que se
encuentra en la fase estable presente una recaída, en este período pueden
manifestarse síntomas disfóricos no psicóticos (estado de ánimo desagradable: triste, ansioso e irritable), formas atenuadas de síntomas
positivos (alucinaciones, delirios, agitación y/o pensamiento desorganizado) o conductas idiosincrásicas (extrañas considerando el contexto social y cultural). Este período generalmente dura varios
días a unas semanas, pero en ocasiones puede persistir durante varios meses.
· Fase aguda (o crisis): Durante esta fase, los pacientes presentan
síntomas psicóticos graves, como delirios y/o alucinaciones, y un pensamiento
gravemente desorganizado; y, generalmente, no son capaces de cuidar de sí
mismos de forma apropiada. Con frecuencia, los síntomas negativos pasan a ser
también más intensos.
· Fase de estabilización (o post-crisis): Durante esta fase, se reduce la
intensidad de los síntomas psicóticos agudos. La duración de la fase puede ser
de seis meses o más tras el inicio de un episodio agudo (o crisis).
· Fase estable (o de mantenimiento): La sintomatología puede haber
desaparecido o es relativamente estable y, en el caso de que persista, casi
siempre es menos grave que en la fase aguda. Unos pacientes pueden mantenerse
asintomáticos; otros pueden presentar síntomas no psicóticos, como tensión,
ansiedad, depresión o insomnio. Cuando persisten los síntomas negativos
(déficits) y/o positivos, como delirios, alucinaciones o trastornos del
pensamiento, a menudo están presentes en formas atenuadas no psicóticas (por
ejemplo, ilusiones en vez de alucinaciones o ideas sobrevaloradas en vez de
delirios).
La mayor parte de los estudios longitudinales de la esquizofrenia sugieren que su curso es variable; en algunos pacientes no se presentan nuevos episodios, en la mayoría se producen exacerbaciones y remisiones, y en una pequeña parte persiste un estado psicótico grave de forma crónica.
Al considerar la historia natural y el
curso de la esquizofrenia, no se puede ignorar toda la investigación producida
en las últimas décadas y que permite establecer una secuencia que va desde los
momentos prodrómicos hasta el establecimiento del trastorno esquizofrénico y su
evolución ulterior. En esta línea se consideran dos grandes momentos: el
primero, que incluye las fases precoces de la psicosis y, el segundo, las diferentes
fases del trastorno esquizofrénico. Esta clasificación permite subdividir
dichos momentos en las fases que se exponen a continuación:
a. Fases precoces de las psicosis, que
incluyen la fase de estado mental de alto riesgo o prodrómica, la fase de
primer episodio psicótico y la fase de recuperación y período crítico.
b. Fases del trastorno de la
esquizofrenia, que incluyen una fase aguda, una fase de estabilización y una
última fase de carácter estable.
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