1 de agosto de 2016

Fobia social

     Primero es lo primero...  comencemos explicando qué es exactamente la fobia social. Debes entender que es un tipo muy especial de miedo. Te habrás dado cuenta de que todos tenemos miedos a cosas tales como arañas, perros, los accidentes, las serpientes venenosas y un largo y variado etcétera. Sin embargo, hablamos de fobias cuando la intensidad con la que experimentamos el miedo frente a distintos peligros es de ciertas características, tales como:
  • Injustificado dado la objetividad del “peligro”.
  • Es inoportuno (es decir, no lo sentimos en el momento más apropiado).
  • Es desmesurado (sentimos más de lo que deberíamos).
  • De alguna forma interfiere en nuestra vida diaria de forma innecesaria y reduce notablemente nuestra capacidad de goce y disfrute.
     Una vez leído lo que es una fobia, te debe de ser muy familiar las fobias más conocidas por el común de las personas como lo son, por ejemplo, el miedo irracional a subirse a un  ascensor, nadar, los ratones o cucarachas, etc. Pero en cambio la fobia social no es tan conocida, o por lo menos se entiende de manera errada. Te preguntarás entonces, ¿Qué es la fobia social?  En este tipo de fobia el miedo se centra en SITUACIONES más complejas y sorprendentes, y altera de manera total nuestra vida ya que nos vemos obligados en vivir en sociedad (muy diferente sería temerle a las serpientes si trabajas en un zoológico, en este caso no estás en contacto permanente con tu miedo).
     Quizás te digas a ti mismo/a “Hey, todos sentimos algo de vergüenza o timidez al interactuar con alguien”. Es cierto. De alguna manera todos solemos experimentar incertidumbre, inseguridad o ansiedad al conocer a personas nuevas, pero fíjate en el detalle de que una vez roto el hielo, la gran mayoría logra convertir estos encuentros cotidianos en una experiencia agradable e incluso este encuentro se transforma en una amistad. A diferencia de las personas con fobia social, estas últimas experimentan niveles altísimos de ansiedad en estas situaciones.

     Como si fuera poco sufrir de esta ansiedad, para los fóbicos sociales esta carga de ansiedad se “complementa” de manera negativa con las respuestas físicas que provoca esta misma carga. Si tú alguna vez te has ruborizado en alguna situación  social, no te imaginas por lo que sufre una persona con fobia social. Para ellos este grado de ansiedad se traduce en señales físicas que delatan su estado de incomodidad, como lo son el sudor, temblor muscular y de voz, rubor, etc., lo que los hace más inseguros y vulnerables. Comprenderás que la situación social, en lugar de convertirse en un tiempo agradable se transforma en algo más desagradable. De esta forma el deseo que todos solemos tener de formar parte de grupos sociales, ser valorados y apreciados se ve muy gravemente disminuido, con la consiguiente baja autoestima y complejo de inferioridad.

Una vez dicho esto, tomemos nota de las características más importantes de la fobia social:

  • Preocupación excesiva por llegar a ser el centro de atención cada vez que nos encontramos con alguien 
  • Temor de que alguien nos observe y note lo que estamos haciendo.
  • Temor a que nos presenten a alguien nuevo para nosotros.
  • Temor de comer y beber en público ( ser observado haciendo esto).
  • Dificultad para manejarse en comercios y relaciones administrativas
  • Temor a dirigirse a un público o grupo de amigos.
  • Mucha aversión a realizar llamadas telefónicas y realizar gestiones de esta índole.
  • Se presenta dificultad en el trabajo para confrontar o hacer reclamaciones (incluso si está en su derecho o si tiene la razón).
  • Tanto las fiestas como las reuniones significan una pesadilla, en donde el fóbico social se ubica cerca de la puerta o se ofrece de tareas que le permitan de alguna manera huir de la situación.
  • Existe una tendencia a evitar espacios cerrados donde hay gente, tales como auditorios o centros comerciales.
  • Persiste una sensación de que todos nos miran y nos desvalorizan, sin evidencia alguna de esto.
  • Existe un temor a que nuestras intervenciones parezcan ridículas, pobres o inadecuadas.
  • Miedo a “quedarnos en blanco” frente a otros.

Algunas consecuencias de sufrir fobia social...

     ¿Sabías que algunas personas con fobia social tienden a beber alcohol para ganar de esta manera valor y desinhibición?  La fobia social a diferencia de la fobia a las ratas, por ejemplo se transforma en un miedo que se encuentra presente fácilmente en diversos ámbitos de nuestra actividad diaria. Como, por ejemplo, cuando nos vemos obligados a ser el centro de atención en nuestra profesión, donde además se puede tratar con frecuencia a tratar con personas desconocidas (vendedores, gerentes, músicos, actores, profesores, etc.) O viéndolo desde otra perspectiva, chicos en la escuela están obligados a hablar en público (incluso con sus amigos si son un grupo grande). Sea cual sea la situación y nuestra edad, la fobia social nos significa que cualquier interacción social se traduzca en algo desagradable y angustiante. Este tipo de fobias llevan a acentuar el miedo  a tratar con el sexo opuesto, donde te imaginarás que la tarea de conseguir pareja se transforma en algo muy difícil.


Escrito por: Constanza Cabrera P.

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