17 de agosto de 2016

Verdades y mitos sobre la memoria

Verdades y mitos sobre la memoria

     La mente humana es algo sorprendente, y aunque todavía no ha sido descubierta del todo, ya hay bastante información respecto a cómo funcionan mucho de los aspectos de ésta, entre estos, la memoria, que aun cuando no se ha descrito plenamente cómo funciona, sí se han podido señalar algunas teorías, como las explicadas anteriormente. En cuanto a ésta también se han mencionado bastantes cosas, algunas muy ciertas y otras no tanto.  Es por eso que en esta oportunidad hablaremos sobre algunos de estos hechos que seguramente has escuchado en alguna vez y que pueden ser que resulten verdad o no.

1.- Se puede tener “buena” o “mala” memoria *** MITO
     Damos por sentado que tenemos una buena o una mala memoria dependiendo de su funcionamiento, que hemos nacido así y que nos tenemos que conformar con ese “dote”, sin ser consciente de que esta capacidad se puede entrenar y mejorar. Finalmente, al no entrenarla, esta capacidad realmente se comienza a perder y a malograr.
     La memoria es una habilidad y a memorizar bien se aprende a lo largo de la vida. Podemos compararla con un juego deportivo o mental; uno puede tener habilidades innatas para aquella actividad, como el pool, por ejemplo, sin embargo, aun así no basta con eso, por lo cual se debe entrenar constantemente. Por lo cual, al igual que otras actividades, la memoria requiere práctica… para desarrollarla y aumentar su capacidad.

2.- Teniendo mucha memoria no hace falta estudiar ***  MITO
     Lo primero que hay que aclarar es que nadie tiene mucha o poca memoria, ya que no es una habilidad que se pueda cuantificar, ni medir. Lo que sí se puede decir es que uno tiene o no tiene una memoria entrenada y desarrollada. Segundo, esta memoria, a pesar de que puede ser prodigiosa en algunas personas, debe ser ejercitada y acompañada de otros procedimientos que intervienen en los procesos del aprendizaje como: la atención y la motivación, mejorando la codificación y el registro de la información y empleamos los métodos y sistemas mnemotécnicos, aprender y memorizar las tareas sencillas, etc.

3.- ¿La actividad física estimula el cerebro? ***  REALIDAD
     La actividad física, como correr o los aeróbicos, tienen un efecto positivo sobre el hipocampo, la zona del cerebro donde reside la memoria. Además de eso, parece ser un tratamiento prometedor de bajo coste que mejora la función neurocognitiva y que es accesible a todas las personas mayores sin contraindicaciones específicas. Esto sucede debido a tres factores: los efectos de circulación sanguínea en el cerebro, la liberación de endorfina y el impacto en las células nerviosas que se ramifican dentro del cerebro.

4.- Con la edad es normal olvidar ***  ¿MITO O REALIDAD?
     Con el tiempo, la adquisición de información se reduce o se desacelera, puesto que existe un declive físico y mental. Sin embargo, esto no significa que las personas mayores no pueden aprender o almacenar información; de hecho, no es verdad ni mucho menos que se sufran obligatoriamente serios problemas de memoria al llegar a la vejez, es más, personas que han estimulado su mente durante toda su vida pueden tener un funcionamiento mental incluso mejor que de algunos jóvenes. Y, a no ser que tenga una predisposición genética a sufrir algún trastorno en la memoria, su vida puede ser perfectamente normal.
     Para la mayoría de las personas lo que desayunaron este mismo día sigue estando en la memoria activa, el desayuno de ayer seguramente la gran mayoría de las personas puede que aún lo recuerden, sin embargo, aquel recuerdo de lo que desayunó la semana pasada puede que sea muy difícilmente de recuperar. El factor del tiempo es de una importancia crucial ya que a medida que va usted más atrás en el tiempo, los recuerdos empiezan a desvanecerse. Por otro lado, la disminución de la memoria en la vejez común. Sucede una suerte de paradoja donde a medida en que se va envejeciendo no son los recuerdos antiguos los que desaparecen, sino que es más frecuente que sean los recientes, como aquellos hechos episódicos (nombres de personas, lugares donde se dejaron pertenencias, planes o citas, etc.).
      Aparentemente, en la memoria de las personas de tercera edad pesan más los factores como la motivación, el estado de ánimo, el significado o el sentido del material que tienen que recordar, su salud y sus experiencias y conocimientos adquiridos durante toda su vida.

5.- Dormir bien ayuda a la memoria ***  REALIDAD

     Varios estudios han comprobado que dormir bien disminuye el riesgo de padecer Alzheimer, una enfermedad que ataca principalmente a las personas mayores, a partir de los 40 o 45 años. Mientras que, por otro lado, si una persona se trasnocha, las posibilidades de aprender y memorizar algo nuevo disminuyen un 40%.  Adicionalmente, una adecuada noche de sueño ayuda a la buena memoria consolidando la información obtenida durante el día ya que, mientras dormimos, nuestro cerebro recorre algunas fases de sueños que mantienen al cerebro en alta actividad.

Escrito por: Natalia Castillo

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